La verdad es una. Su exclusividad no solo es una filosóficamente absoluta sino primeramente religiosa y únicamente encontrada en Cristo.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.[a] Mateo 6:24
Durante todo el transcurso de la raza humana, se ha visto una división entre los mismos a lo largo de la historia. Un concepto que para muchos es enigmático y elusivo, para otros un concepto violento y poco provechoso. Sin embargo, es un concepto altamente presente no importa qué posición hayas optado por tomar en este gran dilema filosófico en el hombre. Pero, ¿Por qué esa división? ¿Acaso no somos todos de la misma raza? Aunque eso es cierto, hay una realidad que en especial, esta generación moderna, no quiere ver. En todo su intento de ser ultra-inclusivo en su visión de mundo, tan pronto se levante alguien que se oponga a ese falso ecumenismo, el inclusivo se le ven los reales colores divisivos y denuncia al que contradiga su visión de mundo. Todo regresa a esta tan negada realidad porque es naturaleza humana esta división.
El hombre está en una guerra filosófica porque es naturalmente religioso. Religioso, no en el sentido de adorar una deidad mediante ritos, sino en que toda su vida está al servicio de una premisas aceptadas como ciertas por ende van a ser absolutas. Al ser absolutas, cualquier oposición va a sufrir denuncia por su naturaleza inmediata. En génesis, se nos hace el relato de la creación del hombre. Este, creado a imagen y semejanza de Dios con la ley moral escrita en el corazón, fue tentado por el opositor de la verdad y cayó. Dios en su misericordia y gracia aún decide salvar al hombre de su desobediencia, pero no es a toda su descendencia. Estableció la antítesis entre dos cimientes; el de la serpiente y el de la mujer. Esta antítesis continúa hasta el fin de los tiempos en que nuestro Señor Jesús vuelva a juzgar a los vivos y a los muertos.
La antítesis, la oposición natural entre las dos posiciones mutuamente exclusivas, ya no puede ser ignorada. Vivimos en una tierra que ha ido sucumbiendo a los ataques liberales y anti-bíblicas; ya no haremos silencio. Nosotros partimos de la premisa que Dios ha hablado, entró en la creación y venció la muerte. Este campeón de la cimiente de la mujer, hizo pedazos con la serpiente y todo aquel que nace como heredero de la desobediencia, un día tendrá que responder por sus actos. Nosotros respondemos a este amo y lanzamos un reto activo a todos aquellos que se le opongan a que dejen los discursos ambiguos, sean sinceros si es posible y confrontémonos, no con violencia sino con ideas y visión de mundo. Las condiciones de la cosmovisión contraria de nuestra sociedad están pésimas y ya llegó la hora de levantar la voz. En nuestro país la criminalidad está en alza, el desempleo en acecho, la ignorancia como cosa a que aferrarse y sobre todo, una Iglesia mayormente en silencio. ¡Ya basta! La ignorada antítesis ha llegado, a luchar para la gloria de nuestro Rey que nunca ha perdido ni una sola batalla. SOLI DEO GLORIA.
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